En otoño nos preparamos para el
cambio que poco a poco va cayendo y que nos llevará al resguardo absoluto de un
tiempo para nosotros mismos.
En la medicina tradicional china,
el otoño se vincula al pulmón y es ahí donde debemos enfocar nuestros esfuerzos,
cuyo fin sea ayudar a nuestro organismo, a llenarse de una energía que
proteja a nuestras defensas en la época
que vaya a llegar.
Primero debemos conocer los
alimentos que se recolectan y consumen durante este tiempo:
.- Frutas: caqui, chirimoya,
granada, kiwi, limón, mandarina, mango, manzana, naranja, pera, uva…
.- Verduras: acelga, alcachofa,
apio, berenjena, brócoli, cardo, lombarda, coliflor, endibia, escarola,
guisante, pimiento, puerro, repollo,…
Todos ellos poseen las vitaminas
y los nutrientes necesarios para fortalecer nuestro organismo y llenarlo de la
energía necesaria para contrarrestar las amenazas externas que pueda sufrir.
Los meses de otoño sacan a flote
esas melancolías, esas tristezas no resueltas, aquellos momentos escondidos que
con la falta de luz solar afloran con fuerza y son aliñadas con un clima que
anuncian un declive, un recogerse para meditar e interiorizar, para aprender de
lo ya vivido y dar los pasos oportunos para seguir avanzando por nuestro camino
de sabiduría.
Por ello, necesitamos un aporte
calorífico que permita elevar la energía para reforzar nuestro organismo y a la
vez aumentar nuestro estado anímico. La medicina china habla del picante como sabor
vinculado al otoño; alimentos que equilibren el yin aumentando el yang: chile,
pimienta, ajo, cebolla, rábano, comino, tomillo, mostaza, etc.; nos ayudarán
para superar el tránsito por esta estación de fin de etapa. Avisar que aquellos
que sufran de síntomas de calor permanente deberán evitar el consumo constante
de estos alimentos.
Como complemento o aliado
perfecto para tus pulmones, existen las siguientes infusiones:
.- infusión de jengibre:
fortalece los pulmones, librándonos de tóxicos, inflamaciones y flemas.
.- infusión de gordolobo: actúa
básicamente como expectorante.
.- infusión de tomillo y
manzanilla: el tomillo nos relaja los bronquios y elimina las posibles
bacterias que existan en ellos. Junto a la manzanilla conseguiremos potenciar
estos principios y actuará además como relajante.
.- infusión de regaliz: alivia la tos, es expectorante,
buen protector pulmonar y un gran relajante; además favorece la digestión; también
es muy útil para cuando alguien está dejando de fumar, tomando varios vasos al
día, sobre todo para combatir el síndrome de abstinencia.
Todo esto, si lo acompañas siempre de un poco de ejercicio cardiovascular a la semana y de meditación diariamente, harás del otoño una estación reflexiva, de aprendizaje, en el que darás el paso siguiente en tu crecimiento personal.
Todo esto, si lo acompañas siempre de un poco de ejercicio cardiovascular a la semana y de meditación diariamente, harás del otoño una estación reflexiva, de aprendizaje, en el que darás el paso siguiente en tu crecimiento personal.
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